Viáticos

Cuando alguien parecía que iba a morir le daban el viático. Se tocaba unas campanillas y el que podía se acercaba a la iglesia. Salia el monaguillo con una campana a la puerta de la iglesia y cuatro hombres con hachas. El cura iba revestido. Por las calles donde pasaba el viático las mujeres ponían una vela en la ventana o en el balcón, vela que habían llevado el Viernes Santo al monumento y que también ponían en los nublados. Se iba al casa del enfermo y la rezadora rezaba el rosario. Volvía la gente a la iglesia y el cura rezaba unas oraciones y decía las indulgencias que tenían los que habían acudido. Finalmente hacía la bendición y marchaba todo el mundo.

secuencias de Gerardo Zúñiga Suberviola