La matanza. Trabajo de matarife

Solían engordar cerdos, incluso criándolos a biberón. Una vez crecidos les daban de todo: patata, remolacha, harina de cebada, pulpa... Los cerdos los mataban en el matadero. Él era matarife allí. Los de la casa le ayudaban. A la sangre le daba vueltas el amo. Las madres eran algo que salía de la sangre y que se quitaba para hacer morcillas. Una vez muerto el cerdo se pesaba a la tarde, se pagaba y para casa. Él se encargaba de descuartizar a la tarde una vez se aireaba. Cobraba unas 200 pesetas por cerdo. Luego era cosa de las mujeres de casa hacer el mondongo y demás.

secuencias de Jesús Jiménez Martínez